La avidez por la lectura deviene en un hábito, una necesidad e incluso una forma de afrentar la adversidad que desgrana el protagonista desde una perspectiva particular, que nos relata mediante una carta que envía a una amiga ausente para hacerla partícipe emocional de un problema que tiene, trasfondo de una realidad social que nos presente bajo una denuncia sutil.
MI BIBLIOTECARIO DE CABECERA
Como cualquier nacimiento, la ilusión se suma al deseo de continuidad en el tiempo. Si las musas tienen a bien rendirme visita, si soy capaz de organizar mi tiempo y si ahí en el lado en donde te hallas das importancia y dedicas unos segundos de tu tiempo a leer lo que te ofrezco ..., viajaremos juntos. La imaginación será el hilo conductor que de alas a mis propuestas, tu interés o quizás tu curiosidad, el abrazo con el que se acunarán los textos que te iré proponiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario